martes, 13 de octubre de 2009

LA ALBAÑILERÍA QUE USTED SE MERECE


Cuando menos te lo esperas, un nuevo tipo de publicidad te deja boquiabierto y preguntándote dónde está para algunos el límite que separa una buena promoción de la chabacanería garrula de pueblo.

En una empresa de albañilería malagueña, preocupados por la repentina e inesperada crisis del ladrillo, han decidido promocionar sus servicios al más puro estilo Pajares y Esteso. La gran idea consiste en colgar una banderola, en plena calle, con la imagen de una chica semidesnuda, enseñando nalgas, y acompañada de un recurrente slogan: “La albañilería que usted se merece”.

En mi pueblo es mezclar churras con merinas, pero está claro que cuando la crisis aprieta la gente se exprime el cerebro al máximo y encuentra analogías donde otros no vemos más que una broma de bar. Y es que no puedo dejar de imaginarme al grupo de turno, con un par de chatos de vino, palillo en boca, hablando de lo mal que está el país y lo feas que se van a poner las cosas. Hasta que de repente a uno se le ocurre la solución a sus problemas. Si lo hacen en los talleres a ver por qué no vamos a poder hacerlo los albañiles.

Podéis imaginar el polvorín que se ha armado en el pueblo. Las damas escandalizadas e indignadas por tener que ver el culo de la señorita cada vez que van a la compra y, los señores, esparcidos en corrillos por los bancos cercanos, sin entender muy bien el por qué de tanto revuelo por un culo de nada.


Una vez superado el momento del chiste, sólo diré dos cosas al respecto. Lo primero y más importante es que es ilegal colgar cualquier material publicitario en el mobiliario urbano. Que lo hagan los partidos políticos en días de campaña no legitima a todos los demás a utilizar las farolas como soporte para promociones variopintas. O la farola es tuya o necesitas un permiso especial del Ayuntamiento, que te adelanto no te van a dar. Así que lo más probable es que el señor albañil, de su escarceo publicitario, haya sacado una buena reprimenda de su mujer, insultos callejeros de las damas del lugar y una multa por alteración de mobiliario urbano.

Lo segundo, y esto es más una observación, es que es cierto que el sexo vende, pero hay que saber utilizarlo con cuidado. Como mínimo que exista una justificación lícita para su uso. No por plantar, sin ton ni son, a una chica en topless en un cartel promocional ya vas a vender más. Dependerá de qué es lo que estés vendiendo. Es un recurso muy manido, estamos demasiado acostumbrados al sexo y los desnudos como reclamo de venta, así que nos volvemos exigentes. Si no lo vemos justificado, lo más probable es que rechacemos el producto o servicio. Y, ni voy a hablar del mal gusto del anuncio, que se cae por su propio peso.

Una cosa sí le voy a reconocer y es que el cartelito, de momento, ha conseguido salir en los diarios digitales y, mucho me temo que nuestros amigos de Antena 3 lo recogerán en el telediario del mediodía. No obstante, y por mucho que le cueste creerlo al propietario de la empresa en cuestión, no es cierta la premisa que ha oído de que “lo importante es que hablen de ti aunque sea mal”

2 comentarios:

Sach dijo...

La línea que separa un anuncio sensual de uno grosero a veces es muy fina. Al fin y al cabo lo que este buen albañil perseguía viene a ser lo mismo que el famoso "Busco a Jacks" aunque a lo burro.

Por lo menos nos queda el consuelo de que este cartel no es de ninguna agencia (aunque cosas peores se han visto) sino de un currante más que ha querido darse un poco de notoriedad.

(PD- no he podido evitar acordarme, al ver este anuncio, de una campaña de tráfico danesa cuyo objetivo era reducir la velocidad en zonas urbanas. Te dejo el enlace porque no tiene desperdicio: aquí)

Irene Medina dijo...

Con el frío que tiene que hacer el Diciembre en Dinamarca...