jueves, 21 de mayo de 2009

Top Five

¿A quién no le han pellizcado el brazo alguna vez, mientras le preguntan por cinco marcas de leche? En el mundo de la publicidad, este juego podría considerarse deporte olímpico. El objetivo subyacente de todo anunciante es posicionarse entre esas cinco primeras marcas que a todo individuo le vienen a la cabeza cuando piensa en un determinado producto.

El método más eficaz para introducir nuestra marca entre las primeras referencias que recuerda el consumidor, es la intensidad publicitaria. Cuantas más veces impacte nuestro anuncio en el receptor, más puestos escalaremos. Es un objetivo costoso de alcanzar pero, una vez posicionados, las ventas están aseguradas. Lo que viene después no será mucho más fácil, mantenerse entre los primeros y no dejar que otros nos ganen mercado. Publicidad para campeones.

Por supuesto hay sectores más competitivos que otros, en los que el número de referencias es muy alto y es más difícil destacar. Lo que hacen las empresas como estrategia de diferenciación es invertir en mensajes publicitarios que otorguen valores a sus productos.


Un sector que lo puede ilustrar muy bien es el del automóvil. Si os pellizcara el brazo y os preguntara por cinco marcas de coches, cada uno diría sus marcas de referencia, pero seguramente coincidiríamos todos en más de una. Nuestra respuesta dependerá de varios factores, entre ellos la valoración que subsconcientemente hacemos de la marca.

Si nos paramos a pensar, en realidad todas cubren la misma necesidad (ir del punto A al punto B, lo más rápido posible, sin cansarnos físicamente y sin mojarnos cuando llueve), sin embargo no asociamos a todas las marcas con los mismos valores. A la hora de comprar un coche miraremos las prestaciones, el precio, el diseño y una vez en este punto, en el que seguramente nos gusten varios modelos, entrarán en juego los valores psicológicos que mentalmente asociemos con cada marca. Así, Mercedes evoca estatus social, Volskwagen deportividad, BMW velocidad, Volvo seguridad, (…)

Cuando lo que publicitamos son valores asociados a la marca y no prestaciones o características técnicas de nuestro producto concreto, lo que estamos haciendo es Publicidad Corporativa. Este tipo de publicidad es el que nos posiciona entre las marcas de referencia en la mente de nuestro público objetivo. Curisomanete, nuestras marcas de referencia suelen ser las que mejor valoramos.


A veces concentramos la publicidad en los productos y nos olvidamos de que la marca es la que debe respaldarlos. Cuando te compras un coche, no se mira tanto el modelo en sí como quién lo comercializa. Independientemente del nicho del mercado en el que nos encontremos (según las características de nuestros productos y de nuestros consumidores) no deberíamos olvidar nunca que vende más una buena marca que un buen producto.

No hay comentarios: